Es mi hombre
Livianas Provincianas es el nombre artístico que han elegido la Berta y la Reme, dos modistas de pueblo que trabajan en Madrid en su propio taller de costura clandestino, pero que también cortan trajes a domicilio. Entre pespunte y pespunte, van recordando los cuplés clásicos (algunos dramáticos pero la mayoría picantones), canciones que les han cantado las mujeres más importantes de sus vidas y que les han servido como educación sentimental y de género. Ante la mirada de sus potenciales clientes, que son los espectadores, y como estrategia de venta de sus modelos, van rememorando fragmentos de sus biografías, sus sueños, anhelos, frustraciones... hasta desnudar más sus almas que sus cuerpos.
Es mi hombre es un espectáculo de cabaret donde a través de los cuplés las dos intérpretes, acompañadas de un pianista, cuestionan los roles de género, el concepto del amor romántico y el papel de la mujer en nuestra sociedad desde principios del siglo XX hasta la actualidad.
El del cuplé es un mundo de contradicciones: las cupletistas, encontrándose en una posición social que las situaba entre el arte y la prostitución, sin embargo gozaban de mayor libertad que ninguna otra mujer en su época. Vivían de su cuerpo pero podían expresarse libremente. ¿Qué papel pudo desempeñar el género del cuplé dentro del proceso de liberación femenina del siglo XX? Con este punto de partida hemos recopilado distintas letras de canciones del género para releerlas desde una perspectiva feminista.
La intención es generar debate en el público contemporáneo poniendo las letras de esas canciones antiguas en boca de dos mujeres jóvenes, enfrentar el 'Si me pega me da igual, es natural' que cantaba la Montiel en la Posguerra con el 'Who run the world? Girls' que ruge Beyoncé a día de hoy.